En entrevistas anteriores: https://moroninformacion.es/noticias/sociedad/moroneando-sobre/moroneando-sobre-cosas-del-tiempo-y-el-clima-con-enrique-fernandez-barrera-por-j-d-vidal-gallardo/
Diecinueve entrevistas Moroneando habían caído hasta ahora (las 18 del enlace, más las reflexiones tragicómicas que en su día compartimos con Raúl Cortés Mena, origen de la sección). Diecinueve charlas con las que hemos aprendido, reído, reivindicado, nos hemos emocionado y que, en definitiva, nos han hecho disfrutar lo más grande. Diecinueve conversaciones que han ido diseñando su propia personalidad, creciendo y, poco a poco, enraizando su esencia entre quienes nos leen y nos escuchan.
El recién concluido junio tocaba la vigésima. No queríamos que esta entrevista, en tan redondo número, fuese ‘una más’ (ninguna lo es), sino una particularmente especial. Que tratara un tema que deseábamos tocar con mimo. Y vaya si lo hemos hecho… La semana pasada, tres chavales de 15 y 16 años nos regalaron una refrescante hora de radio que jamás olvidaremos. Un Moroneando para hablar de la juventud, pero no llevando nosotros la voz cantante, sino sirviendo de altavoz para que fuera ella -la juventud- la que expresase lo que necesita transmitirnos.
Carolina, Darío y Marta nos explican, con soltura ante los micros, lo que tanto ellas/él como muchos jóvenes de su edad piensan, sienten, lo que suelen hacer, aquello con lo que sueñan… Ya está bien eso de arrogarnos el ‘saber qué necesita’ -y qué no- nuestra juventud. Han de ser ellas/os quienes nos lo digan, quienes puedan ejercer su derecho a ser escuchadas/os. Sin prisas ni presiones. Empleando sus voces.
Sin duda, un Moroneando precioso, diferente. (Escuchen la entrevista y entenderán por qué lo decimos). Jóvenes con madurez, simpatía, sentido del humor, naturalidad, capacidad crítica y reflexiva, sinceridad, humildad, valentía y creatividad. Expresándose perfectamente sobre asuntos acerca de los cuales más de uno/a con cargos y responsabilidades en nuestra localidad debería tomar nota desde sus casas. Y dejando claro que esa manida frase de “la juventud es nuestro futuro” ya no cuela: es (son) nuestro presente, ¡escuchemos lo que desean gritar!
El podcast viaja por experiencias personales, el repaso del último curso, aquello que les gustaría hacer en unos años, sus aficiones y pasiones, anécdotas, preocupaciones, el acoso en los centros educativos, las escasas alternativas que para los chicos/as de 14-18 años existen en Morón, ideas y proyectos concretos que nos proponen, guiños a algunas de las personas que más quieren… Lo dicho, un programa inolvidable.
¡Por cierto!, Carolina, Darío y Marta no solo hablan por ellos (no destacan el ‘yo’ individualista), sino por la gente de su generación (entonan el ‘nosotros’). ¡Bravo! Así, denuncian el que cada vez sea más imprescindible tener que pagar para disfrutar de instalaciones y actividades (deportivas, artísticas, de ocio, etc.) que deberían ser garantizadas de manera pública, universal y de calidad por parte de las autoridades municipales competentes. Muchas familias moroneras no pueden costearse una matrícula para que sus hijos participen en ciertas modalidades deportivas, ni hacer frente al precio de entradas o traslados para asistir a obras de teatro o a conciertos. Las políticas justas y democráticas han de favorecer que todos los chavales de esas edades tengan las mismas opciones de desarrollo en los diferentes ámbitos, especialmente quienes, por circunstancias familiares, estén en situación de mayor vulnerabilidad. He ahí su mensaje -y los responsables de esta sección lo apoyamos-. Mensaje que entienden y que ensalzan nuestros invitados, todavía menores de edad. ¿Cómo es posible que algunos adultos no lo comprendan o que incluso se opongan a ello?…
La Casa de la Juventud, en la Huerta del Hospital, fue el maravilloso rincón donde grabamos esta vez. Les animamos a conocer a la chavalería que se nos viene. Merece la pena. Atendamos lo que tienen que decirnos. Démosles su lugar. Y trabajemos, codo con codo, para proveer las condiciones y la igualdad de oportunidades que merecen.
Y a los/as jóvenes: que nadie os quiebre jamás vuestros sueños. Que nada os arrebate la alegría de apoyaros, conjuntamente, cuando vengan mal dadas. Que nada os arrebate, tampoco, la ilusión de tejer redes comunitarias sólidas, espacios donde haceros fuertes y mediante los cuales compartir vuestros logros. ¡Adelante, confiamos en vuestras ganas! Y disfrutad. ¡Vivid!