Hace unos días las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) lanzaban una petición en redes sociales. En la misma solicitaban a los vecinos de Morón que cuelguen sábanas blancas en sus balcones en señal de apoyo a la reivindicación de este colectivo, que pide la municipalización del servicio. Dichas sábanas pueden colgarse con el mensaje ‘el SAD no se vende, el SAD se defiende’, o sin nada.
En este sentido, Rosana Sobrado explica que esta iniciativa “surge porque queremos ir haciendo más cosas, que se note que seguimos aquí. A la vista está que son 82 días, con el de hoy, los que ya llevamos aquí y no avanza nada. Es una forma de llamar la atención”.
Tras los resultados de las elecciones municipales, donde el PSOE ha vuelto a ser la fuerza más votada y todo parece indicar que Juan Manuel Rodríguez seguirá siendo Alcalde de nuestra localidad, preguntamos si el primer edil ha mantenido alguna conversación con ellas. “El Alcalde no nos ha comentado nada. El dio unas declaraciones en la radio en las que decía que ahora está la cosa que no sabe. Ahora ha reculado para atrás”.
En este punto, critican que “nosotros nos hemos enterado por la radio, no porque él nos haya dicho nada, lo que nos parece muy mal. Si él piensa que esto ahora no es efectivo nos lo tendría que haber dicho, no en la radio”.
Igualmente, alegan que, “cuando después de 80 y tantos días escuchas que está reculando para atrás es un jarro de agua fría lo que te cae. Pero nosotras vamos a seguir con más fuerza todavía. Esto ya es un pulso, a ver quién puede más. Vamos a seguir luchando hasta que se municipalice”.
Con todo ello, las trabajadoras consideran que el primer edil “se está lavando las manos” con este asunto. “Estamos viendo y escuchando cosas que no nos gustan. Queremos que hable con nosotras. Siempre estamos abiertas al diálogo con él”.
Unas trabajadoras que ya suman 82 días en este segundo encierro en el Ayuntamiento, por lo que se encuentran “muy cansadas”. “Son 82 días a pie de cañón sin dejar de trabajar, sin dejar el domicilio, ni tu casa y aquí. Pero seguimos”, concluyen.