Ya hay demasiada gente muy buena ahí fuera, gente que sabe de todo, que domina el tema de moda del momento, por eso vengo a hablar hoy de algo más inútil, algo que en verano nos puede salvar la vida.
Si el verano pasado os dejé una serie sobre los veranos de nuestras vidas, esta vez quiero dejaros con algo para el futuro. Creo que una buena forma de aprovechar este mesecito de descanso que entra puede ser la lectura. En este mes que llevo algo más descansado he podido adelantar algunos libros que tenía pendientes.
De esta manera, me decido a dejaros unas pequeñas reseñas de lo último que he estado leyendo, así que a forma de Bookcrossing (otro día hablaremos de esto), una vez leídos y registrados, os dejo liberados estos para que también podáis disfrutar de ellos.
Para que haya variedad, he seleccionado cuatro de distintos estilos, ritmos, densidades, prosa y poética, y para el final, os dejaré una pequeña lista de otros pendientes que tengo por la mesa…
Empezaré con uno algo denso, un pequeño estudio histórico que tenía en la lista de pendientes desde hace un par de años: “El Cid: Historia y mito de un señor de la guerra”. De unas décadas a esta parte se están rebatiendo las teorías históricas sobre Rodrigo Díaz, por ello es esta vez David Porrinas Gonzalez, licenciado, investigador y profesor de Universidad de Extremadura, doctorado en Historia, que ya ha publicado varios trabajos relacionados con tres temas en común: Guerra, caballería y el Cid. De esta manera une los tres temas para realizar un estudio completo sobre la figura del recaudador, en algunas épocas, conocido por su ejército “híbrido, peculiar y variopinto” como bien dice el autor. En fin, un nuevo estudio que da una imagen renovada de el Cid mítico, cargado de datos, de fuentes directas e indirectas de la época, de otros estudios, de contrastes con las fuentes y que no deja nada en el tintero.
De segundo plato y para cambiar de tercio, nada mejor que “Reinventarse un domingo”, primer poemario de Marta Soliño o Male di Miele, un libro que como dice la contraportada: “…es fruto de las seis emociones universales, una para cada domingo: miedo, asco, tristeza, ira, sorpresa y alegría”. Junto a esto Marta nos deja en cada poema el alma en vilo, rescata con un estilo simple, sin muchas complicaciones, lo más profundo de cada domingo, cuando no es solo la semana lo que se acaba. Como ella misma escribe: “En cambio lo que ocurre / es que hacen falta domingos” y quizás, con medio verano por delante es lo que mejor nos puede venir.
Otro libro que me ha gustado mucho y que se lee bastante bien es el “Flamenco: Arqueología de lo Jondo” de Antonio Manuel, libro que viaja a los orígenes del flamenco, profundizando en su claro origen morisco, gitano, sufí que cristalizaron en los diversos palos flamencos, con todo esto… “el Flamenco -como dice el autor- no se canta en morisco, ni en gitano, ni en germanía, ni en ninguna de estas lenguas vernáculas de los negros. Se canta en esta lengua isla, que nació para ser cantada y que va más allá de la lengua dicha. El Flamenco se canta en Flamenco. En la lengua del recuerdo y la supervivencia.”
Es interesante también descubrir el significado de los diversos palos, su procedencia e incluso porque unos son alegres y otros no. Para un lego como yo en esta materia, ha sido un viaje que he disfrutado muchísimo y sin duda ha sido la puerta de entrada para poder bucear en el flamenco.
Por último, me gustaría dejaros con “Hermanito” de Ibrahima Balde y Amets Arzalluz Antia, que cuenta el viaje de Ibrahima desde Guinea Conakry hasta su llegada a España buscando a su hermano. Seré rápido con este, aunque posiblemente, es del que más tiempo podría estar hablando. De una forma sencilla, amena y oral se nos relatan las rutas migratorias en las que se entrecruzan fronteras, vejaciones, trata de seres humanos y kalashnikovs. “Estoy en Europa, pero yo no quería estar en Europa” de esta forma comienza el viaje de Ibrahima…
Estos son los títulos que entre los libros que he leído en este mes os podría recomendar para este tiempo. Como puede que como a mí se os hagan cortos os dejo una pequeña lista de otros con los que seguiré en estos meses, para que cuando acabe el verano, esos días raros que hay después de feria, nos sentemos a charlar tranquilamente de literatura.
En esta lista estarían los siguientes: “My favourite things. Conversaciones con John Coltrane” de Michael Delorme; “Adiós al frío” de Elvira Sastre; “Ya no es tarde” de Benjamin Prado; “Palabra sobre Palabra” de Ángel González; “La rebeldía se volvió de derechas” de Pablo Stefanoni; “Enseñar a transgredir” de bell hooks y para terminar “La llamada de lo salvaje” de Jack London.
Poco más, desearos un buen verano y nos vemos tras el descanso con más fuerza, muchas cosas por contar y casi con toda seguridad, un nombre nuevo que refleje el cambio de etapa…