Navegamos por días que dan para preguntarse: “¿Qué elegir para comentar, habiendo cien asuntos sobre los que poder departir largo y tendido?”, o “¿Acerca de qué escribir, si tanto en Morón como en Andalucía y más allá se suceden cuestiones que darían para horas de charla y discusión?”. Que si fechas apresuradas y escasas para nuestro Carnaval; que si juras constitucionales en medio de cargantes campañas mediáticas de casposo peloteo; que si un “anarco-capitalista” flipao que gana fama en Argentina; que si declaraciones aberrantes que salen de rositas…
Por ello, y a modo de breves ráfagas, quedarán aquí reflejadas cinco reflexiones sobre realidades que están teniendo lugar ayer, hoy y mañana, y que, de una forma u otra, influyen en nuestro día a día. ¿Objetivo? Ninguno, per se. Quizá, y todo lo más, el que dentro de unos años, al repasar desde una periscópica atalaya las noticias, crónicas y artículos que versan sobre nuestros tiempos, podamos recordar, hacer memoria y analizar parte de lo que acontece en estos días:
Hospital de Morón: cuando una necesidad evidente se convierte, sin darnos cuenta, en poco más que una quimera
El pasado jueves, a los representantes de la Junta de Andalucía les fueron planteadas diversas cuestiones en la correspondiente sesión del Parlamento. Una de ellas, a cargo del grupo Adelante Andalucía (y su portavoz, Maribel Mora), fue la referida a cuándo será construido el Hospital comarcal en nuestra localidad, así como a los planes para solucionar las aristas de la maltrecha situación socio-sanitaria de Morón y alrededores. Escasas eran las expectativas sobre una respuesta que generase compromiso o algo de ilusión por parte de la consejera de Salud, Catalina García…, pero el hilo de esperanza tornó en frustración cuando la titular despachó la pregunta con una contestación aún más decepcionante de la esperada. Y es que, si traducimos las palabras de García, quedan claros tres puntos: 1) es el colmo que las tiritas llevadas a cabo en los últimos años en los centros sanitarios de Morón, además de solucionar poco, sean vendidas como medallas que ponerse en el pecho; 2) no es que la Junta (ídem con Juntas anteriores) no tenga entre sus prioridades la cuestión del Hospital, es que ni siquiera está en la agenda: ¡pasan tres kilos!; y 3) parece que la presión que el Ayuntamiento de Morón “está ejerciendo” para acelerar el acuerdo es, también, nulo.
Todo lo cual nos lleva a preguntar: ¿Qué dicen desde un PSOE que, antes de las últimas elecciones municipales, reconoció la necesidad de construir el Hospital y se comprometió a luchar por ello, pero que, sin embargo, ahora vuelve a callar? ¿Y qué credibilidad le queda a un PP que, supuestamente, en legislaturas anteriores defendió la existencia del hospital comarcal en nuestra localidad, pero que ahora recula y obedece a lo dictado por el equipo de Moreno Bonilla desde San Telmo para no tocar nada? Preguntas extra: ¿Nos damos cuenta de que, o retomamos plataformas ciudadanas que vuelvan a la acción en las calles, que metan presión, que se planten ante sedes y que no cedan ante amenazas ni cantinelas, o los de arriba no harán nada? ¿Seguiremos sin unirnos a pesar de lo flagrante de esta urgencia? ¿Cuántas tragedias sanitarias/humanas más hacen falta para movilizarnos? *(Y lo mismo sobre los medios de transporte: sin tren hasta Sevilla, con dos o tres autobuses a menudo averiados, una empresa que no mira por sus trabajadores, usuarios que sufren los problemas, pero apenas se quejan con contundencia…). ¿Cuándo vas a despertar, Morón?
Hablando de despertar, este sábado hay una buena oportunidad para ello
Ese día, 4 de noviembre, a partir de las 11:00 horas de la mañana, partirá de la Plaza de San Miguel una manifestación que recorrerá las calles de Morón bajo los lemas: “No a las guerras. Bases fuera. Por una vida en paz” y “Alto el fuego. No al genocidio de Palestina”. La marcha contará con la presencia de numerosos colectivos (Ecologistas en Acción, Mujeres de Negro contra la guerra, Plataforma de Solidaridad con Palestina, Centro Social Julio Vélez de Morón, Colectivo de No-Violencia Elaia AA. MOC, SIA Solidaridad Internacional de Andalucía, Extinction Rebelión Málaga, CGT Andalucía, USTEA, SAT, CNT, SU, la compañía teatral La Periférica, etc.) que llegarán desde diversos puntos del territorio. Por eso, las frases tipo “¿De qué sirve lo que yo haga”, “La gente ya no reivindica”, “No vamos a cambiar el mundo”, “Es que lo están politizando”, “No son más que buenismos”, “Todos los gobernantes son iguales” o “¿Qué podemos hacer?”, suenan a excusa. Mucho se puede hacer. Por ejemplo, arrimar el hombro en estas iniciativas y sumar granitos de arena. Porque las montañas de dignidad humana han sido las que, a través de los tiempos, lograron que las protestas por las causas justas no cayesen en saco roto.
Impunidad y terror de Estado: con todas las letras
Acepciones 1 y 2 del término ‘terrorismo’ en el DRAE (Diccionario de la Real Academia de la lengua Española): (1) “dominación por el terror”; y (2) “sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror”. Noticia de hace escasos días (que se suma a los datos e informaciones publicados en los últimos años): El Defensor del Pueblo estima en más de 400.000 las víctimas de pederastia en la Iglesia católica. Cuantos más detalles se conocen al respecto más evidente resulta que estamos ante una trama de terror puro y duro. Escalofriantes son los datos. Inmensa es la rabia que provoca imaginar la soledad en la que las víctimas se habrán sentido durante tanto tiempo. E intolerable es la actuación del Estado (y del resto de estados que en otros países proceden de igual modo), pues los órganos legislativos y judiciales, así como las fuerzas y cuerpos de seguridad, parecen empeñados en no querer comprender que su falta de contundencia con todos los implicados dentro de la institución eclesiástica, los convierte en conniventes de esa red de terror. Y las víctimas siguen esperando justicia y, en la medida de lo posible, reparación. No olvido.
Mientras tanto, una forma inédita de mostrar el horror avanza…
Desgraciadamente, han sido miles los casos de guerras, batallas, limpiezas étnicas, colonizaciones, crímenes de lesa humanidad, apartheids, holocaustos, bombardeos, matanzas, abusos, esclavismo y otros infames episodios perpetrados por diferentes civilizaciones a lo largo de la Historia (bien contra otros pueblos o bien contra sus propias gentes). Pero, lo tremendo de lo que estamos viviendo estos días con el diario sufrimiento de millones de palestinos/as como consecuencia del ensañamiento infringido por el Estado de Israel, es que, por mucho que ese gobierno y su ejército están intentando bloquear las imágenes, el ataque se ha convertido en una especie de macabro show televisivo que fue anunciado frente a las cámaras antes de producirse, que no encuentra oposición de facto entre quienes tienen el poder de parar el publicitado plan pergeñado en Tel Aviv, y que, por si no fuera lo bastante espeluznante, sigue emitiendo cada día nuevos capítulos de la carnicería auspiciada por unos, permitida por otros y convertida en indiferente para algunos más. ¿Consecuencias?…
*El tiempo suele poner a cada uno en su sitio. No me cabe la menor duda sobre el lugar en el que la Historia sentará el horror ejecutado estos días (estas décadas) por los gobernantes de Israel: justo al ladito del que, por ejemplo, ocupa la Alemania nazi. Y no muy lejana estará la plaza reservada para la “comunidad internacional” del presente, que consiente el que miles y miles de vidas inocentes perezcan aplastadas bajo las pisadas del acorazado gigante sionista.
Y entre tanto foco oscuro, un halo de luz
La vida es un teatro hecho realidad, con sus dolores y sus máscaras trágicas, pero también con sus emociones, sus sonrisas, sus abrazos y sus faces cómicas. De ahí que, precisamente con una bandera de talento y energía positiva queramos terminar hoy: como venimos repasando desde hace años, Morón atraviesa una época de renacer en la dramaturgia. Autores, repartos y obras (escritas y representadas) paridos por paisanos repuntan en los teatros y en los corazones de nuestra villa, así como de muchos otros rincones. Y eso siempre supone un motivo para la alegría, para no rendirse jamás. Como muestras, dos recientes botones:
Los fantasmas de Velintonia, último título de Antonio Miguel Morales, ya alimenta las estanterías de las librerías, con toda su fuerza, su sensibilidad y su capacidad para describir, como pocos saben hacerlo, el Arte, el amor y la muerte. Y Cartografías de la Memoria: Raúl Cortés, Ediciones del Bufón, el elenco de La Periférica y el resto del equipo vuelven a sacarse de la chistera una auténtica maravilla, esta con la magia y en la forma del radioteatro, para situarnos frente a una de esas historias que, a base de sueños, pesares y supervivencia, tejieron el (mal)vivir de gentes que, a pesar de todo, jamás hincaron la rodilla.
Y aquí lo dejamos por hoy, con una mezcla extraña de sinsabores, llantos y risas. Para compartirlas con quienes quieran reflexionar a partir de estos pensares. Y por si el día de mañana suponen, al menos, una pequeña huella que refleje algunas de las páginas que, en Morón y más allá, están siendo cocidas al fuego lento de los meses postreros de 2023.
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