*(Viene de la Parte I)*. Más allá del color predominante en el mapa tras las elecciones municipales del 28 de mayo, es el contenido de las distintas propuestas políticas lo que hemos de escudriñar. Pues, aunque lo primero influye en lo segundo, las decisiones que vengan dependerán de la capacidad de negociación de los ‘representantes del pueblo’ y, sobre todo, de la participación activa de la ciudadanía. Votásemos o no, debemos entender la importancia de ejercer nuestra soberana y periódica función de control, y exigir a los gobernantes (y a sus respectivas oposiciones) que atiendan nuestras necesidades y tomen medidas óptimas para resolverlas.
La realidad andaluza (y estatal) resultante del 28M siembra, en un servidor, más inquietud que esperanza, porque pone -aún más- en riesgo de vulnerabilidad a más sectores de población (ojalá me equivoque), y porque premia al mastodóntico aparato económico que, a través de partidos políticos y mass media afines, logra que la ciudadanía ría las gracias e incluso vote a quienes privatizan servicios públicos esenciales (servicios gracias a los cuales tratas tu enfermedad, formas a tu hijo o tienes una pensión cuando te jubilas, sin importar tu clase social, dónde vives o cuánto dinero tienes); a quienes recortan personal en ambulatorios y colegios; o a quienes te obligan a contratar cada vez más seguros. Pero -aquí la esperanza- la gente con sentido de la justicia (acostumbrada a perder, pero que con sus puntuales victorias ayuda a los grandes cambios sociales), siempre se levanta. Y Morón no puede ser excepción:
Las urnas decidieron que el PSOE siga gobernando nuestro pueblo. Casi un 40% de la mitad (algo más) de la población que ejerció su derecho al voto (tremenda abstención, de nuevo), eligió continuar con el Alcalde de las tres últimas legislaturas, pero ahora sin mayoría absoluta (PSOE: 9 concejales / PP: 5 / AMA-Morón: 5 / IU: 2). Volvemos al terreno de la mayoría simple. La gente demanda a Juanma Rodríguez y su equipo que hablen con el resto de siglas presentes en el Ayuntamiento, que se escuchen y acuerden. No más gobierno a golpe de rodillo. Urge colaborar, cooperar. Toda medida deberá ser, desde ahora, consensuada. Al menos eso, ya es un paso adelante. Y a partir de ahí, estas son algunas de las preocupaciones que le quedan a quien esto escribe:
¿Veremos l@s moroner@s en esta legislatura la asignación de los terrenos para el ansiado Hospital comarcal de Morón? (El reelegido equipo gobernante recibió, hace tiempo, una propuesta urbanística cimentada en expertos cualificados). ¿Comenzarán las obras pronto? Hospital, por cierto, que generaría muchas oportunidades de empleo. ¿O prolongarán, tanto los regidores del Consistorio como el PP, la cantinela del “sí, claro, queremos traer el Hospital… Pero tenemos que valorar si es viable…”?
¿Veremos, al fin, la municipalización del Servicio de Ayuda a Domicilio? ¿O seguirá la dejadez campando a sus anchas entre los mandamases del Ayto.? Por lo pronto, y tras todo un mes de campaña asegurando que se terminaría llevando a cabo, el Alcalde, en una reciente entrevista en Radio Morón (últimos 23 minutos del enlace) volvió al <<es muy complejo gestionarlo desde lo público>> y dejó caer que “tendría que ver” junto con el nuevo partido principal de la oposición (un PP que lleva meses diciendo que no cuenten con su apoyo, porque “hay Informes en contra de municipalizar el Servicio”… ¡¿Y?!) si finalmente es posible o no. ¿Más retrasos o subcontratación del Servicio a la vista? Ni la plantilla del SAD ni las familias usuarias merecen semejante trato.
Sierra de Esparteros. ¿Qué hará el Ayto. tras las últimas sentencias judiciales del TSJA (máximo órgano judicial en la comunidad), que dejan bien clara la ilegalidad de la prórroga del contrato por 30 años para su explotación minera? ¿Cambiará su actitud, o seguirán mandando las plenipotenciarias órdenes de don Siles y compañía? ¿Tanto poder tiene SIDEMOSA? ¿Tan poco duele la destrucción de nuestro principal patrimonio natural? ¿Qué pasará tras la denuncia por prevaricación ambiental contra miembros del Ayto. y de la Junta implicados en la posible ocultación del Informe de Incompatibilidad Urbanística que debió parar el destrozo de la Sierra hace ya una década? ¿Y tras la Resolución de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, conocida esta misma semana, que desestima el Recurso de los dueños de la empresa contra la Resolución de 2018 de la Delegación Territorial, que cierra la puerta a la explotación de una nueva cantera? ¿De verdad cree el Alcalde que <<lo de la Sierra es una guerra personal de algunos>>, como dijo la semana pasada en Radio Morón? Y si penosa (e injusta) fue esa declaración, ¿qué decir de las vergonzosas palabras que ‘el dueño de la Sierra’ (F. Siles) soltó en Diario de Sevilla tras conocerse la ratificada sentencia del TSJA (vino a decir, ¡antes de celebrarse las elecciones municipales!, que, fuese cual fuese el Ayto. elegido, este hará con el PGOU lo que él quiera)? ¿Se ampliarán o abrirán nuevas canteras? ¿Han buscado en todos estos años, entre Ayto. y empresa, alternativas para los puestos de trabajo que dependen de SIDEMOSA, toda vez que en cualquier momento puede tener que cesar la actividad extractiva? ¿O no lo han hecho para, llegado el momento, culpar “a los ecologistas”? ¿Se caerá tan bajo? ¿Por qué el Ayto. no se pone, sin ambages, del lado del amor de los/as moroneros/as hacia su Sierra? ¿Qué ha pasado en su equipo para haber perdido tanta ética de camino al poder? Ah, ¿y colaborarán los concejales del fortalecido PP para proteger la Sierra? Apañaos vamos si esperamos tal cosa… (De nuevo, espero equivocarme).
Más dudas que me surgen: Las nosecuántas viviendas prometidas en legislaturas atrás y aún no terminadas, ¿para cuándo? Otro tema: Lo de gobernar priorizando al gran empresario, pero dejando en segundo plano al pequeño y mediano comercio, a la clase trabajadora y al empleo público, ¿hasta cuándo? Y otro: ¿Incluirá el Ayto. la participación ciudadana de verdad en su nueva ruta de toma de decisiones relevantes para Morón? ¿O el pueblo, tras votar, ha de ver, oír y callar hasta dentro de otros cuatro años? Casi lo olvido: ¿Se va a luchar, de una vez, por que la Junta de Andalucía ejecute las mejoras que nuestros colegios públicos llevan años demandando? ¿Piensa el PP presionar al venerado Moreno Bonilla? ¿O se esperará a que algún gran capital los privatice y, entonces sí, ¡vengan fotitos!? Penúltima: Las iniciativas para la juventud, ¿tocan ya, o tampoco? Y última: ¿Se va a fomentar que toda la población pueda participar en las diferentes disciplinas y eventos deportivos, culturales y artísticos, haciéndolos más públicos y democráticos? ¿O las familias que no puedan pagar cuotas, matrículas o entradas habrán de conformarse con verlo todo desde fuera?
En resumen, y en general: ¿De verdad hemos normalizado que las personas queden supeditadas a las necesidades del dinero? ¿Tanto nos cuesta ver que ha de ser al revés? La economía, los presupuestos municipales, han de estar al servicio de las necesidades sociales. Y, volviendo a Morón, dado que aquí rige un partido con siglas de ‘socialista’ y ‘obrero’, estaría bien verlo en la práctica. Ojalá en esta legislatura me callen la boca a base de medidas que, al fin, abandonen el letargo conservador que masajea las acomodadas posaderas de nuestro Ayto. Urgen medidas de progreso social. Ya es hora.
Pero, como decíamos, los cambios no caen del cielo, sino que los propicia la gente, la calle, el no sentarse a esperar. Y no todos l@s polític@s son iguales, por mucho que a algunos les convenga que lo pensemos mientras ellos disfrazan la precariedad de ‘clase media’. Caer en el “todos son iguales” o en el “la política no sirve de nada” es negar la realidad. Y ahora toca lo contrario: apoyar el lado potente, alegre, positivo, propositivo y reivindicativo de la política, empezando por lo que te rodea, lo local. Hay mucha gente que se lo curra a diario, también desde la gestión política, gente que no engaña, que se implica, que se preocupa por los barrios, que defiende las causas justas (a pesar de las trabas), que, aun con menos poder, no se vende; gente con vocación pública por ayudar a los demás. Y esa gente está a tu alrededor. Es cuestión de saber mirar.
El nuevo panorama electoral en Morón es el que es. Por lo pronto, no habrá Gobierno de mayoría absoluta (y la extrema derecha no logró representación). La gente demanda mayorías simples, y que los grupos políticos presentes en el Ayuntamiento hablen entre ellos, sean más democráticos y busquen acuerdos pensando en la mayoría social. No dejemos que se escaqueen de ese camino. El primer paso ya lo hemos logrado.