Para muchas personas tener un animal en la familia es una de las elecciones más positivas de su vida. Las investigaciones muestran que la relación con un perro puede aportar beneficios físicos y psicológicos a la salud global. Cuidar de un perro es bueno para la salud física y emocional. Expertos del mundo entero aseguran que entre los humanos y el cuidado de un animal existe una conexión probada.
Perro de servicio
Una vez más, es tiempo de reconocer y apreciar la labor de los perros de servicio y de terapia que ayuda a las personas que pueden tener discapacidades visuales, auditivas o estar en silla de ruedas. Hay perros que ayudan a personas con diabetes, que sufren convulsiones, o que pasan largas estancias en hospitales para tratar una enfermedad seria. Los perros de trabajo también se entrenan para ayudar a la gente con problemas de salud mental.
Las capacidades perrunas
Estudios afirman que el cerebro de un perro está controlado, prácticamente por completo, por la capacidad olfativa, a diferencia, de las personas que está controlado por la capacidad visual.
Esta capacidad olfativa perruna es 40 veces más grande que la de un ser humano. Además, el olfato en un perro cuenta con cientos de millones de receptores sensibles y reactivos y con eso crea una imagen en su cerebro a bases de olores y aromas.
A lo largo de los años se han realizado innumerables estudios y experimentos, que afirma que los perros, en especial, aquellos que son entrenados para desarrollar estos mejores “dones” tienen la capacidad para detectar enfermedades desde estados iniciales como es el caso del cáncer, y que su efectividad puedes llegar a ser del 95%. Los perros pueden detectar el cáncer.
Mi perro es un héroe
Aunque un buen adiestramiento es una excelente opción, en la mayoría de los casos heroicos que vemos en los medios de comunicación, los animales lo hacen gracias a su predisposición biológica para ayudar, a pesar de que no conozcan siquiera a la persona a la que ayudan.
Diferentes estudios realizados han llegado a la conclusión de que la motivación de los perros para ayudar al ser humano es innata. Conozca o no conozca a la persona a la que ayuda. Basta con que comprenda o intuya que la persona está en un aprieto.
Se podría escribir centenares de páginas sobre los méritos de tener un perro a casa. Su perdida (que será sujeto de otro blog) después de muchos años de vivencia causa un gran dolor a su familia, prueba que un perro no es solo un animal. Es un compañero de trabajo, un salvador, un amigo, un hermano, un confidente e incluso un hijo más. Quien nunca ha dicho o escuchado, “a mi perro solo le falta la palabra”…
En el refugio tenemos perros que, a pesar de haber vivido el infierno del maltrato, sigue amando y confiando en el ser humano.
Algunos de nuestros ex inquilinos, hoy adoptados, se han transformado en campeón de belleza, de agility, en perros de servicios, y todos en fieles amantes de sus nuevos dueños.
¡Adopta un perro, es por tu bien, es por tu salud!…