El pasado viernes se inauguró, en el Espacio Santa Clara, la exposición «Mártires» de Álvaro Soto, Premio ProjectArte21. El acto contó con la presencia del propio artista y de la delegada de Cultura, Rosi Andújar. Tras la inauguración tuvo lugar una visita guiada por la exposición a cargo del autor.
En declaraciones, Andújar, indicó que este proyecto “es el primero de esta programación para el año 2023. Hemos querido iniciar dicha programación con un nuevo premio de Proyectarte. Se trata de un proyecto fotográfico”.
Así, la delegada recordó que “Proyectarte se puso en marcha en el año 2016. Está dando la posibilidad para que jóvenes artistas vengan a este espacio cultural”. De este modo, “en los próximos meses vamos a desarrollar tres premios más que quedan de la edición de 2021 y en breve vamos a conocer el fallo del jurado con respecto a la de 2022”. Con respecto a la edición de 2023, que “viene cargada de nuevas iniciativas”, ya están listas las bases para presentarse.
Por su parte, Álvaro Soto agradeció la oportunidad de estar en Morón. “Para mí es un sueño estar aquí, en esta sala que es una maravilla, al igual que el premio. Venimos de una etapa un poco dura para los artistas. Después del Covid ha costado mucho sacar proyectos adelante. Entonces, se agradece muchísimo una oportunidad como esta”.
En concreto, detalló que “el proyecto es un viaje a través del arte de archivo, en una inspiración con la obra de Zurbarán, que recorre el testimonio de 12 jóvenes, todos nacidos en el año 1998, sobre las consecuencias de la pandemia y el contexto político y social, y cómo todo eso ha forjado una marca en todos los que lo vivimos”.
Con todo ello, la muestra “está centrada en el colectivo joven. Está todo inspirado en las pinturas de Zurbarán, en los conventos monásticos, muy de acuerdo a la adecuación de la sala, con esa inspiración sacra. También se acompaña de una pieza sonora y audiovisual que remite a Joseph Beuys (Todo hombre es un artista) con inspiración en el reguetón, que también inunda la sala con ese sonido propio de la juventud y de la época pandémica y postpandémica”.
El color negro es el predominante en todas las fotografías. A este respecto, Soto indicó que “tanto Zurbarán como toda la pintura barroca española están muy presentes en mi trabajo y aquí no ha sido menos. Además, el medio fotográfico que elegí fue la polaroid, que genera un recorte de luz y un tenebrismo (las fotos están hechas de noche) de forma que sugiere a esa inspiración tenebrista barroca. Todo ello, con esa ambientación tan blanca de la sala, le da un carisma especial”.
En cuanto a la elección de los protagonistas de las fotos, “es causalidad que todos sean del 98 porque son todos amigos míos. En un primer momento pensé en hacer un proyecto más abierto, con todo tipo de personas, pero vi que era una falta de honestidad y el proyecto se ha centrado en la gente con la que yo me junté en ese momento. En ese momento tan raro de aislamiento, donde los contactos sociales eran muy limitados, aquí hay 12 personas con las que yo pasé los días”. “De ahí surge el proyecto, de hablar y de la necesidad comunicativa y de salir a la calle. Yo es la primera vez que trabajo en la calle, siempre lo he hecho en el estudio. Pero este es el primer proyecto en el que yo salgo a la calle, hablo con la gente y de una manera perfomática trabajo y genero la obra”, añadió.
En la muestra se puede ver que cada fotografía está acompañada de un texto. “Todo forma parte del proyecto de “Mártires”. Parten de una entrevista que realizo con la persona generando un testimonio de una duración de una hora que yo reduzco a lo que se ve puede ver. Parte de esos sonidos grabados de las entrevistas se puede percibir también muy levemente en la pieza de reguetón que inunda la sala. En la unión hay preguntas comunes, pero también cada uno toma divergencias. Es decir, se pueden percibir orientaciones políticas distintas, realidades vitales muy diversas, etc. Está unido, pero a la vez lleno de diversidad”, concluyó el artista.